Un vacío, un nada. Desde que te fuiste, no hay más. Sigo preguntándome qué hice, en qué fallé. Cada mañana nace una nueva esperanza al creer que hoy es el día. Que aparecerás por esa pequeña puerta para decirme "Lo siento, me equivoqué. Te quiero". Me encantaría poder decirte que te echo de menos. Que nunca ha habido otro y que nunca lo habrá...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario