No puedo evitarlo, oigo, pero no escucho, veo, pero no miro, estoy en cuerpo, también en alma, pero no presto atención a mi alrededor. Mi mente baga por mis deseos, creando una historia que poco o nada a de envidiar a la realidad.
Y luego, cuando cierro los ojos, dispuesta a dormirme, esa historia permanece en mi cabeza, y continua avanzando inconscientemente.
Lástima no acordarse de ella la mayoría de las veces.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario